La
poesía religiosa
Un
hombre pregunta...
¿Dónde
está Dios? Se ve, o no se ve.
Si
te tienen que decir dónde esta Dios, Dios se marcha.
De
nada vale que te diga que vive en tu garganta.
Que
Dios está en las flores y en los granos,
en
los pájaros y en las llagas, (…).
Es
verdad que Dios está en todas partes,
pero
hay que verlo, sin preguntar dónde está,
como
si fuera mineral o planta. (…)
De
nada vale quien te lo señale,
quien
te diga que está en la ermita, de nada,
has
de sentirlo tú. (…)
Dios
está en eso tan sin nombre que te sucede
cuando
algo te encanta.
Gloria
Fuertes: obras incompletas. de. Cátedra